El llamado "principe de las paradojas" nació en Inglaterra en 1874. Su estilo brillante, vigoroso y agudo le hizo muy famoso, caracterizándose siempre por sus paradojas, demostrando en ellas que las cosas no siempre son lo que parecen.
A continuación algunas frases célebres de este gran escritor:
Un loco pierde todo, menos la razón.
Un ideal fijo es condición para toda clase de revoluciones.
Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo.
La idea que no trata de convertirse en palabras es una mala idea; la palabra que no trata de convertirse en acción es, a su vez, una mala palabra.
Si sólo tuviera un sermón que predicar sería un sermón contra el orgullo.
Es difícil dar una definición de la lealtad, pero quizás nos acercaremos a ella si la llamamos el sentimiento que nos guía en presencia de una obligación no definida.
Los que se revolvieron contra las primeras invasiones de la maquinaria industrial tenían razón: quizá no en pensar que reducirían el número de trabajadores, pero si en pensar que reducirían el número de los dueños.
No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución.
El pesimista sabe rebelarse contra el mal. Sólo el optimista sabe extrañarse del mal.
¿Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios.
Hay algo que da esplendor a cuanto existe y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina.
Hasta donde hemos perdido la creencia, hemos perdido la razón.
Si quieres conocer más de G.K. Chesterton lee Las paradojas de Mr Pond.
No hay comentarios:
Publicar un comentario