domingo, 23 de octubre de 2016

La teoría de juegos

Dilema del Prisionero

 El Guasón ha colocado explosivos en dos barcos, uno de turistas y otro de reclusos de una prisión, así como los detonadores que hacen explotar al otro barco. El Guasón se comporta casi como un economista experimental, recitando las instrucciones del juego, él lo llama “experimento social”, al que se enfrentan los pasajeros de los dos barcos: si antes de medianoche ninguno de los pasajeros pulsa el detonador, ambos barcos explotarán, pero si alguien hace explotar el barco contrario, su barco se salvará.

 

 El Gallina

 Dos personas se dirigen hacia un peligro inminente a gran velocidad y pierde aquel que, asustado, se retire antes.

 
 Equilibrio de Nash

Implica que las estrategias óptimas de cada jugador no sólo deben ser mejores respuestas mutuas a lo que esperan que hagan los rivales, sino que lo que esperan que hagan los rivales sea precisamente lo que hagan. Estas dos condiciones ayudan a cerrar el bucle y a identificar al menos una posible solución con cierta coherencia lógica. “Una Mente Maravillosa” (Ron Howard, 2002)

  Razonamiento iterativo

 Para que una persona siga su mejor estrategia es necesario que elija la mejor respuesta a lo que prevé que elija su oponente. Claro que esto no es trivial, puesto que el oponente también buscará la respuesta óptima a lo que cree que el primero va a hacer y por tanto podemos entrar en un bucle en el que cada uno busque la mejor manera de reaccionar a lo que cree que el otro hará teniendo en cuenta lo que cree que el otro hará cuando tenga en cuenta lo que el otro… Dicho bucle está perfectamente ilustrado en la siguiente escena de “La Princesa Prometida” (Rob Reiner, 1987), en la que El Gran Vizzini debe adivinar en qué copa de vino ha puesto El Pirata Roberts un veneno que matará a quien lo beba.



El balanceo

Uno grupo de hombres colaboran hasta que un nuevo elemento modifica los incentivos.

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